¿Por qué hay unidades de medida que se escriben en minúscula y otras en mayúsculas?

Muy sencillo: aquellas unidades que reciben un nombre en honor a un científico van en mayúsculas, el resto, en minúsculas. Estamos hablando del Sistema Internacional de Unidades.

Básicas
Metro: m
Kilogramo: kg
Segundo: s
Kelvin: K
Amperio: A (Ampère)
Candela: cd
Mol: mol

Derivadas
Newton: N
Pascal: Pa
Julio: J (Joule)
Culombio: C (Coulomb)

¿Quieres medir la velocidad de un barco usando Google Earth?

Las posibilidades que ofrece Google Earth no tiene límites. Nos seguirá sorprendiendo durante mucho tiempo, todo dependerá de la originalidad de los científicos y docentes que usen sus datos. Me encuentro con el artículo Google Earth physics, gracias al blog Ondas para Bachillerato de Vicente Torres Zúñiga, autor del conocido sitio El tao de la Física.

El artículo original nos viene desde Brasil, es fácil de entender, corto, directo y de gran utilidad en las aulas de secundaria.

Fuente: Google Earth physics.

Nitrógeno, animalitos y resurrección de globos esmirriados

En el aire casi se alcanza un 80% de nitrógeno. Mediante una técnica denominada destilación fraccionada y que se basa en los distintos puntos de ebullición de una mezcla, podemos conseguir separarlo del aire líquido. A presión atmosférica el nitrógeno, una vez licuado, tiene una temperatura de -196 ºC.

Con el nitrógeno líquido uno se lo puede pasar extraordinariamente bien (comer gominolas que han sido introducidas en nitrógeno líquido es divertido, pero poco aconsejable). Una de las cosas que se puede hacer es introducir globos en un vaso Dewar. El descenso de temperatura hace que el volumen de aire del interior del globo baje con rapidez, hasta el punto de que se licua dicho contenido. No se ve en el vídeo, pero todo el aire se concentra en un gotita. Es curioso verlo en directo. Lógicamente, al sacarlo del recipiente, el aire comienza a tomar de nuevo la temperatura exterior, por eso los animalitos resucitan.

"Jódete", Newton…

La mecánica clásica puede formularse desde distintos puntos de partida. No sólo tenemos la mecánica newtoniana, también está la lagrangiana y la hamiltoniana. Hay problemas cuya resolución es muchísimo más simple con las formulaciones de Lagrange y de Hamilton. La verdad es que cada enfoque tiene sus ventajas, dependiendo del tipo de problema.

Hace un rato escribía un tuit diciendo que a mí Hamilton siempre me ha sugerido la mecánica hamiltoniana (lo digo por el piloto de Fórmula 1, que es lo que se te viene a la cabeza hoy en día al escuchar ese nombre). David ha contestado rápidamente con la composición que tenemos abajo, la cual me sugiere el título de este post:

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La flecha del tiempo

Arthur S. Eddington fue quien acuñó el término flecha del tiempo para referirse a los sistemas físicos relativistas y hacer así mención a su carácter irreversible. Hay sucesos que, tras haberse producido, no tienen marcha atrás. La expresión flecha del tiempo puede llevar distintos apellidos dependiendo de en qué ámbito nos movamos: termodinámica, cosmología, fuerza nuclear débil, etc. En cualquier caso, entra en juego el concepto de irreversibilidad, el cual no es tan trivial como parece.

Ya sabes que este no es un blog de aula ni una clase de física, sólo procuramos descubrir conceptos que permanecen ocultos, y cada cual que vaya a los enlaces que se ponen. Así que, para empezar, aquí queda un enlace bastante centrado en la epistemología: Determinismo, indeterminismo y la flecha del tiempo en la ciencia contemporánea.

Vamos, que todo esto, como siempre, era una excusa para poner música y letra de la buena. Palabras para Julia es un poema de José Agustín Goytisolo. Y este poema habla de la flecha del tiempo y su irreversibilidad. Desde la visión de un hombre maduro, experimentado

Tú no puedes volver atrás
porque la vida ya te empuja
como un aullido interminable.

Hija mía es mejor vivir
con la alegría de los hombres
que llorar ante el muro ciego.

Te sentirás acorralada
te sentirás perdida o sola
tal vez querrás no haber nacido.

Yo sé muy bien que te dirán
que la vida no tiene objeto
que es un asunto desgraciado.

Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.

La vida es bella, ya verás
como a pesar de los pesares
tendrás amigos, tendrás amor.

Un hombre solo, una mujer
así tomados, de uno en uno
son como polvo, no son nada.

Pero yo cuando te hablo a ti
cuando te escribo estas palabras
pienso también en otra gente.

Tu destino está en los demás
tu futuro es tu propia vida
tu dignidad es la de todos.

Otros esperan que resistas
que les ayude tu alegría
tu canción entre sus canciones.

Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti
como ahora pienso.

Nunca te entregues ni te apartes
junto al camino, nunca digas
no puedo más y aquí me quedo.

La vida es bella, tú verás
como a pesar de los pesares
tendrás amor, tendrás amigos.

Por lo demás no hay elección
y este mundo tal como es
será todo tu patrimonio.

Perdóname no sé decirte
nada más pero tú comprende
que yo aún estoy en el camino.

Y siempre siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.

Paco Ibáñez le puso música y muchos son los que la han interpretado. Mi preferida (salvando la distancia con Ibáñez), la versión de Los suaves.

La máquina del zapato perfecto

Entre la década de 1920 y 1950 una máquina habitaba con entusiasmo algunas zapaterías estadounidenses. Se trataba de la Shoe fitting fluoroscope, un artefacto que te radiografiaba el pie durante 20 segundos (aunque se podía calibrar para otras duraciones). La dosis recibida por semejante cacharrito era de unos 50 rem, una auténtica barbaridad al lado de las décimas de rem que se recibe al hacernos, por ejemplo, una radiografía dental (esta segunda es inocua). Tras muchos avisos de la comunidad científica sobre su peligrosidad, la empresa fue retirando con discreción todas las máquinas, para tristeza de aquellos niños ilusionados por buscar su zapato perfecto.

Anuncio publicitario del fluoroscopio. Fuente: Colección de instrumentación histórica (ORAU)