La responsabilidad de portar un arma: cómo encender una cerilla con una bala

Leo en Tiro Policial-Reactivo-Defensivo un artículo muy interesante. El autor del blog es Ernesto Pérez Vera, un agente de policía y amigo concienciado con el uso y manejo de las armas de fuego. El artículo, como todos los que escribe, tiene un título formal: LESIONES QUE PUEDEN PROVOCAR LAS ARMAS DE FUEGO SEGÚN LA ZONA CORPORAL IMPACTADA Y LOS ÓRGANOS AFECTADOS POR EL DISPARO.

La ciencia está al servicio del hombre, y no al revés. Estudiando el calibre de las armas, los proyectiles y los lugares de impacto se puede indagar sobre el peligro de los distintos impactos. Afortunadamente o por desgracia tenemos infinidad de datos estadísticos de alcances en distintas zonas del cuerpo que nos dan idea de cuan dañino puede ser el alcance de una bala. Los detalles (interesante para los médicos que leen mi humilde rincón) los tenéis en el artículo de Ernesto, yo sólo quería resaltar una frase:


Cuando se efectúa un disparo contra alguien, o incluso, cuando se efectúa un disparo intimidatorio al aire, el agente que lo lleva a cabo debería asumir, siempre, que ese disparo puede provocar daños o lesiones, e incluso la muerte; aunque ese no fuese el deseo o la intención, cuando aquel se vio obligado a realizar ese disparo.

La verdad es que muchos círculos de la sociedad se habla de los agentes de policía como vesánicos seres desalmados que disparan al tuntún. A ver, colgados hay en todos sitios, entre policías, entre profesores, entre butaneros, etc. Es cierto que un policía ido de la chaveta asusta más, pero siempre hay otros que contrarrestan. Y no me refiero al mito del polibueno-polimalo, me refiero a predicar con el ejemplo. Este artículo es el ejemplo del que hablo: un agente de policía analizando las zonas más dañinas para tenerlas en cuenta (no precisamente para alcanzarlas).

Y una curiosidad final…

Se conocen muchos casos de disparos que no penetraron el cráneo y que provocaron el rebote del proyectil o incluso permitieron que éste quedara alojado entre el cuero cabelludo y la bóveda craneal. En estos casos, no solo intervino la dureza del hueso sino que seguramente también el ángulo de impacto, peso, tipo y velocidad del proyectil en el instante del impacto.

En el título prometía explicar cómo encender una cerilla con una bala. Muy fácil: teniendo puntería.

Fuente: Dixelicia.

3 pensamientos en “La responsabilidad de portar un arma: cómo encender una cerilla con una bala

  1. Ya lo dice el refrán, las armas las carga el diablo.Y lo de la cerilla no es puntería… Debe haber una posibilidad entre un millón, cualquier pequeño desvío destroza la cerilla y no produce la fricción para encenderla.Un saludo

  2. Estimado Eugenio: gracias por hacer referencia a mi persona y a mi blog en este gran “espacio” que gobiernas.Nos vemos el jueves con pólvora pero no a lo loco.

  3. Estimado Eugenio: gracias por hacer referencia a mi persona y a mi blog en este gran “espacio” que gobiernas. Por cierto, nos vemos el jueves con pólvora pero no a lo loco. Sobre esa manida frase: las armas las carga el diablo y las disparan los necios…NO estoy nada de acuerdo con ella. Esa frase se debió inventar por quienes tenían continuos accidentes. Sin duda, es una frase muy “socorrida” cuando se sufre un disparo accidental. Pero amigos, seamos serios. Las armas las cargan seres humanos y ellos mismos las disparan. Entre los que las cargan y disparan hay de todo, seres humanos buenos y seres humanos que deberían ser tenidos como inhumanos y bestias de la oscuridad. Sobre los primeros, por ejemplo los profesionales que por necesidad tenemos que ir armados, hay de todo, quien las dispara bien y quien las dispara mal. Entre los segundos, los hay que lo hacen mal –la inmensa mayoría, pero lo ocultan- y sufren accidentes propios o impropios.El 99% de los accidentes con armas de fuego, vengan de la “mano” (nunca mejor dicho) de un profesional o un aficionado, se producen por la impericia del manipulador del arma. En el caso de los profesionales –son los que más accidentes sufren- siempre es achacable a las administración que tan poca y mala formación aporta en estos temas.Sobre todo esto puedo explayarme hasta el infinito, pero no tengo tiempo ahora. En mi blog se pueden leer muchos artículos y reflexiones sobre esto: la mala formación profesional que tenemos, y que se salve el que pueda.

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