¿Por qué siguen llamando?

Por desgracia, nuestras televisiones están plagadas de adivinos, videntes y otros rellena-espacios televisivos. Desde aquí te invito a que te sientes siempre a la misma hora delante del televisor a ver cómo se repiten una serie protocolos con los que el público cae en la trampa. El adivino no adivina (esto es más que evidente), sino que va preguntando al espectador para sacarle información. En base a esa información el adivino va tanteando para procurar «acertar», porque se trata de eso, de jugar con la suerte sin que se note.
Y es una vergüenza, porque las personas que llaman son personas con problemas, que necesitan un hombro donde llorar, alguien que las escuche. La pregunta es, ¿por qué hay gente que sigue llamando? Llaman por simple terapia y los rellena-espacios televisivos juegan con sus sentimientos de manera insensible. Cualquier persona con cierta cordura, con cierto nivel cultural e intelectual comprende con rapidez que estos espacios son un juego desleal y mezquino.
Aquí una muestra de un vendedor de humo que «no da una», como suele decirse.

4 pensamientos en “¿Por qué siguen llamando?

  1. Amigo, hay mucha gente que no tiene un hombro dónde apoyar sus penas y estos listos se aprovechan de ello, saben sacar tajada a la soledad y a la desesperación.Un abrazo.

  2. pues así está el mundo y sobre todo España, donde antes que pedir ayuda emocional basada en ciencia, preferimos a la pitonisa lola de turno…

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