[Esta entrada fue publicada en el antiguo Ciencia en el XXI, el 19 de noviembre de 2008].
Lo intenté el año pasado con una clase pero fue imposible. Los alumnos no trajeron el material [consecuencias de una mala gestión del profesor] en las dos ocasiones que era necesario. Y el material es bien sencillo: botellas PET, latas de refrescos, tapones, cañas, y bolsas de plástico. Más herramientas y elementos de anclaje.

Lo tenéis todo explicado en Science in Shchool, una revista bastante entretenida. Un artículo de Dionisios Karounias, Evanthia Papanikolaou y Athanasios Psarreas.
Si alguien lo construye le pediría el favor de que me mandase una foto, y la pongo por aquí.
«Los alumnos no trajeron el material en las dos ocasiones que era necesario.»
Qué reciente y conocido me resulta eso compañero. A mí siempre se me olvidaba el material para las prácticas.
Le pasaré esta entrada a mis antiguos profesores de instituto, a ver si ellos tienen más suerte que tú.
Pues después de varios años dando clases esas cosas ya me pasan menos. Uno busca sus métodos para que traigan el material. El problema es que no he vuelto a intentar hacer la molécula, quizás el año que viene lo aborde de nuevo. No es complicado.
Pues como escultura excéntrica para mi futura casa de millonario loco….tiene una pinta genial ! ¿El color de cada botella es una base? Si es así se podría explicar de una forma muy muy chula muchos procesos mutagénicos provocados por agentes químicos