Las cosas, si nada les estorba, caen al suelo. El dinero no va a ser menos, cae, si no se le impulsa correctamente. Y, parece ser, si el dinero sigue su curso natural nos volvemos locos.
Fuente: El País.
Nota: estoy tan acostumbrado a que saquen punto a mis frases que tengo que aclarar que mi pequeño texto es IRÓNICO.