Sophie, del blog Mondo Médico, es estudiante de último curso de Medicina y está preparando el MIR. Responde a la pregunta ¿La leche es mala para la saud? Gracias por compartir tu sapiencia.
Uno de los temas que más nos suelen preguntar a los estudiantes de Medicina y médicos es si la leche es buena o mala para la salud. Yo he escuchado de todo: que si es malísima porque provoca intolerancias alimentarias, que la leche y sus derivados sólo deben consumirla los lactantes y bebés, que si favorece que se forme el cáncer (sic).
Por lo cansino de la cuestión, he terminado tomando la postura de pedirle a quien haga ese tipo de afirmaciones que me lo demuestre con datos objetivos, «la carga de la prueba incumbe a quien afirma». Por mi parte, sí puedo aportar una serie de datos que avalan que la leche y sus derivados son productos recomendables y saludables en una dieta equilibrada:
– La leche y los derivados son una buena fuente de calcio, fósforo, magnesio y vitamina D, elementos esenciales para el organismo. De todos los alimentos que contienen calcio, son los de sabor más agradable y fácilmente administrable (es más sencillo que un niño se coma una porción de queso a que consuma hortalizas, las cosas como son)
– Frente al argumento de que el consumo reiterado de leche provoca intolerancia a ésta y de paso a otros alimentos, afirmo que eso es falso. Es cierto que hay personas con intolerancia a la lactosa, pero porque tienen predisposición a ello y de ningún modo la intolerancia a ella lleva aparejada la intolerancia a otros alimentos. Además, da la casualidad de que derivados lácteos como el yogur y el queso no contienen lactosa, al ser ésta consumida por los microorganismos durante su fabricación.
-Y por último, frente al argumento que he oído tantas veces de que el ser humano es el único que consume lácteos de adultos y eso es antinatural (como si todo lo natural fuera bueno, falacia bastante extendida), comento que los humanos tenemos esa adaptación para poder aprovechar los efectos beneficiosos de la leche, una buena fuente de elementos esenciales, siendo reiterativa: calcio, magnesio, fósforo y vitamina D.
Dicho todo esto, voy a prepararme un bocatita de queso…
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Y aquí termina la aclaratoria propuesta de Sophie, por mi cuenta me permito pegar parte del enlace que nos ofrece, de La lógica del titiritero (hacedle caso y leed los dos artículos). Esto para responder a algunos alumnos sobre el asunto de que no podemos digerir la leche. Todo mito tienen una base de realidad pero, en nuestro caso, europeos adaptados evolutivamente, es eso, un mito. Otra cosa es las personas intolerantes a la lactosa: ¿porque hayan alérgicos al jamón vamos a dejar de comerlo el resto de los humanos?
La lactosa, el principal carbohidrato de la leche, es en realidad un disacárido (compuesto por una molécula de glucosa y otra de galactosa). Para poder digerirlo es necesaria una enzima, lactasa, que rompe el enlace entre los dos componentes. Para un mamífero lactante, la ausencia de esta enzima equivale (en general) a una condena a muerte. A medida que el animal se va desarrollando, la producción de lactasa en el organismo se va haciendo menos abundante, hasta desaparecer. En general, a los mamíferos adultos les sienta mal la lactosa, provocando una serie de problemas digestivos, relativamente leves, pero lo bastante molestos como par hacer muy difícil el consumo de leche. Estos síntomas (diarrea, flatulencia) es lo que se conoce como intolerancia a la lactosa.
Hasta hace poco tiempo se pensaba que la capacidad de producir lactasa en la edad adulta era una capacidad única de los humanos. Estudios realizados a partir de los años sesenta pusieron de manifiesto que, en realidad, sólo algunos humanos adultos son tolerantes. Este rasgo presenta mucha variabilidad en las distintas poblaciones. La tolerancia es muy frecuente en Europa Central y en regiones cuya población procede en buena parte de esta zona. En Holanda, prácticamente todo el mundo es tolerante y en Japón, prácticamente nadie. La lógica del titiritero.
Qué interesante… A mi hermano, debido a sus problemas renales, le prohibieron tomar demasiada leche y en mi familia todos menos yo (que me niego a renunciar a mi café por las mañanas), toman casi siempre leche de soja. El caso es que leí recientemente que sólo a partir de que los humanos se hicieran sedentarios y comenzaran a domesticar animales, empezamos a beber leche de adultos y a tolerarla. Es una cuestión evolutiva. Quizás por ello, si en Japón no existe una tradición ganadera bovina (dato que desconozco), la intolerancia a la lactosa sea lo habitual.