Los huevos de las aves son esféricos en el interior del animal, y tienen una cáscara blanda y maleable. Para la puesta, el huevo avanza por el oviducto controlado por los músculos de este conducto y mediante unos movimientos ondulatorios (peristálticos), adquiere una forma cónica y más tarde ovalada, cuando se endurece la cáscara.
Fuente: Hypatia, nº 15.
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Y además de esféricos, cuando se forman se pueden considerar puntuales. Y en comparación con el gallinero, también de masa nula.