Y tú, ¿a quién sentarías en el sillón 41?

La Academia Francesa, desde 1639, tiene 40 sillones ocupados por lo mejor del panorama cultural del momento. Pero, ¿y si hay más de 40 personas brillantes? ¿Y si lo ocupan mediocres personajes en lugar de lumbreras que pasan inadvertidas sin pena ni gloria? Para ellos no hay un sillón reservado, quedan excluidos de la historia, relegados al olvido.
Robert k. Merton comienza el artículo The Matthew Effect in Science hablando de los ocupantes del sillón 41. Una curiosa ocurrencia de Arsène Houssaye en 1855 hablar de un hipotético sillón 41 para personajes ilustres que quedaron apartados. Personas como Descartes o Pascal serían algunos de esos ocupantes.

Es interesante que leas el artículo que enlazo arriba, sobre el Efecto Mateo. Se trata de un fenómeno muy comentado en sociología, cuyo nombre proviene de una cita evangélica: «Porque al que tiene se le dará más y tendrá en abundancia, pero al que no tiene, se le quitará aun lo que tiene». En ocasiones, los procedimientos en ciencias se dejan llevar demasiado por la importancia y fama que tiene el científico o grupo de científicos. En ciencias lo importante debe ser el modo y la relevancia de la investigación, no la persona que lo realiza. A esto se le denomina principio de no autoridad. Pero es cierto que tampoco nos podemos declinar a un extremo exagerado. En el equilibrio está el secreto.

Silla-tetris. Fuente: coroflot.

Muchos son los científicos, intelectuales y fenómenos que no ocuparon ninguno de esos 40 asientos y cuyo nombre deberían estar en la lista. Para ellos el sillón 41. ¿A quién sentarías ahí? Hoy, a mí se me ocurre Sergio Palacios. Un hombre que hace una gran labor por la educación científica universitaria en España, con valentía y decisión. Pero sus métodos no son comprendidos por algunos colegas. Sergio, mi sillón 41 para ti.

¿A quién le darías el sillón 41?

5 pensamientos en “Y tú, ¿a quién sentarías en el sillón 41?

  1. Si les vamos a dar los sillones a los amiguetes yo se lo doy a Marisa que también se lo merece. Marisa es mi amiga

  2. Eugenio es una persona muy amable y respetuosa. Y también es mi amigo, es verdad. Pero yo, a diferencia de él, no soy tan amable ni tan condescendiente. Así que, querido Anónimo, me permitirás que no me levante de mi asiento. Si quieres, a tu amiga Marisa le das el sillón 42 (el 69 también es una opción bastante divertida a tener en cuenta). El 41 ya está ocupado…

  3. Buena respuesta, Sergio! jejeje. ;PComo el sillón 41 ya está ocupado por Sergio, yo lo cambiaría por un sofá más amplio y pondría también a Eugenio. Sois dos CRACKS! Un saludo! 😉

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