«La cuestión de la pertinencia de los modelos de equilibrio puede invertirse. Para obtener el equilibrio un sistema debe «protegerse» de los flujos que componen la naturaleza. Debe ser «enlatado», por así decir, o introducido en una botella como el homúnculo del Fausto de Goethe, que rogaba al alquimista que lo creó: «Vamos, apriétame tiernamente contra tu pecho, pero no demasiado fuerte por temor a que pueda partirse el cristal».» Illya Prigogine, Isabelle Stengers, Order out of Chaos, 1984