Más brillante que un millar de soles

Leo en I fucking love science una historia real de las que superan cualquier película de ciencia ficción. El cráneo de ruso Anatoli Petrovich Bugorski (1942) fue atravesado nada menos que por un haz de protones. En 1978 e encontraba realizando su tesis doctoral cuando el lado izquierdo de su cara fue afectado por el haz de protones en una manipulación para arreglar el entonces mayor acelerador soviético de la época, el sincrotrón U-70. Aunque la dosis asimilada por Bugorski debería haber sido mortal, las consecuencias fueron una hinchazón del lado izquierdo, quemaduras en tejidos y algunas secuelas de por vida que no lo alejaron de los laboratorios (de hecho termino su tesis): tinnitus, parálisis facial y crisis de ausencia. Cuenta que observó un flash «más brillante que un millar de soles». No puedo evitar acordarme de la preciosa historia que contó en su día Antonio Martínez Ron, ¿Qué ven los astronautas cuando cierran los ojos?

 

«Un científico ruso llamado Anatoli Bugorski fue atravesado en una ocasión por un haz de protones de un acelerador de partículas. Sobrevivió». Fuente: Cuenta de Facebook de ILFScience. http://goo.gl/FO2hhV