El timo del agua ovoidal

Leo con sorpresa una entrevista en La Vanguardia (El agua que bebemos debe estar viva) a un tal Antonio Lozano (emprendedor y monje zen, como leen). Me da vergüenza ajena ver cómo este señor ha construido botellas ovoidales para el agua y pretende venderlas como buenas buenísimas basándose falsamente en la ciencia. Me permito compartir una captura de pantalla de algo que me ha dejado sin pestañear un rato:

Parte de la entrevista a Antonio

Parte de la entrevista a Antonio Lozano en La Vanguardia.

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Descubrimiento sorprendente: la condición de manco se cura con manitas de cerdo

[Para evitar un malentendido, el título es irónico]

Me he quedado absolutamente atónito al ver este dislate en la red (vía un contacto de Facebook):

Somos lo que comemos

No pongo el enlace para no dar publicidad a este tipo de páginas, pero es fácil llegar a ella. Es una pena que haya gente que se crea estas estupideces. Se me ocurre, por ejemplo, que si te quedas manco, puedes comerte unas manitas de cerdo. O si te sale un lunar feo, te comes una lenteja. Tal vez los garbanzos curen verrugas y plátanos… vale, broma fácil. El título es solo una de las mofas que se pueden hacer, os dejo vía libre en los comentarios, comentad todo lo que queráis.

Terrorismo ecológico

Tengo una alumna que es Argentina. Es un encanto. No por eso pienso que todos los argentinos son maravillosos.

Hay argentinos que practican el terrorismo ecológico. No por eso pienso que todos los argentinos son odiosos.

Hay personas que no se oponen a algo. No significa que lo defiendan.

Por otra parte, hay personas que no se creen la milonga de que los transgénicos son malos malosos. No por ello viven a sueldo de Monsanto.

Los transgénicos ni son malos ni son buenos. Simplemente son. Pienso eso, y no me paga Monsanto.

Un gran libro.

 

 

Pero esto último hay gente que no lo ha entendido.  Una tal Sofía Gatica promovió hace tres días un atentado contra la libertad de expresión mediante amenazas graves para que J. M. Mulet no pudiese dar una charla en torno a su libro Comer sin miedo. Fue en Córdoba, Argentina. Mejor que leáis al propio científico contando sus Aventuras en Argentina. Desde aquí solo queremos mostrar todo nuestro apoyo. En El retorno de los charlatanes Mauricio-José Schwarz también hay una crónica: Activistas anciticiencia amenazan a J. M. Mulet.

 

La conspiración marciana ¡vaya timo!

No, no se trata de un segundo libro sobre conspiraciones de viajes al espacio. Se trata del autorretrato que se hizo el robot Curiosity en Marte. ¿Cómo pudo hacérselo? ¿No sería que alguien le haría la foto? ¿No significaría que en realidad no está en Marte sino en un plató de TV? Conspiraciones fáciles de desmentir. Y por la propia NASA. Aquí tenéis la foto que se cuestiona:

Creditos: NASA/JPL-Caltech/Malin Space Science Systems

 

Es cierto que en la típica foto tuenti se ve el brazo del o la adolescente/a. En la foto del Curiosity no vemos ningún brazo, por lo que las dudas comienzan siendo razonables. Pero, en serio, ¿tan inútiles son los ingenieros de la NASA que no pensarían en eso si fuese una conspiración? No hay tal, la explicación es muy pero que muy sencilla y puedes verla en esta animación:

Es decir, el robot cuenta con un brazo robótico de más de 2 metros de longitud (en ninguna foto tuenti se ven brazos de tal envergadura). El caso es que NO ES UNA FOTO, es una composición de 55 fotos tomadas con el Mars Hand Lens Imager (MAHLI) en el Cráter Gale, el 31 de octubre de 2012. Se tomaron las imágenes que tenían el brazo fuera del ángulo de visión y se rellenaron huecos con otras imágenes. Uno puede pensar que hay que vender y por eso ponen las fotos bonitas, pero no es así, este tipo de retratos sirven para que los técnicos conozcan el estado del robot, tales como el desgaste por el paso del tiempo por agentes como el polvo marciano. El caso recuerda a aquella ‘falsa’ foto de la toma de posesión de Obama. Puedes encontrar más información en el artículo Curiosity’s latest discovery probably rules out life on Mars.

Otra conspiración que muerde el polvo, en este caso, el polvo marciano.

Los torpes sicarios de la NASA

He perdido bastante tiempo en desmontar las livianas hipótesis que hablan de que el hombre no llegó a la Luna. Cuando a una persona se lo desmontas todo, tan sólo le queda echar mano de esos correos que corren por la red o a leyendas urbanas. Seguro que has escuchado alguna vez aquello de que los astronautas de las misiones Apolo murieron en circunstancias sospechosas. Una banalidad fácil de rebatir, solo hace falta tantear las biografías.

Fueron 33 los astronautas que participaron en las misiones Apolo de forma directa. Tres de ellos repitieron alguna misión y otros tres murieron en un desastroso accidente en las pruebas del Apolo 1, sin llegar a subir ni un poco. Así, tenemos 30 astronautas que se subieron en lo alto del Saturno V dirección a la Luna, sea cual fuera la misión. Lo que dicen algunos aburridos conspiranoicos es que a la NASA no le interesa que estos astronautas hablen. Una desproporcionada sandez, puesto que de estos 30 astronautas han fallecido 8. Dicho de otra forma, sólo el 27 %. Más de cincuenta años desde que despegara el Proyecto Apolo la cifra de bajas no es para nada sospechosa. Es decir, si en la NASA hay sicarios, son un poco torpes.

Teniendo en cuenta que las fechas de nacimiento van desde el año 1923 a 1935, tenemos astronautas jubilados que rozan los 90 años y otros que buscan los 80. Teniendo en cuenta que la esperanza de vida actual en EEUU es de 77,6 años, insisto, ¿qué hay de sospechoso en estas muertes? Ojalá vivan muchos más años para que puedan seguir contando sus viajes.

Apolo 1

  • Virgil Ivan «Gus» Grissom. (3 de abril de 1926 – 27 de enero de 1967). Fallecido por un incendio en en pruebas de revuelo.
  • Edward Higgins White II (14 de noviembre de 1930 – 27 de enero de 1967). Fallecido por un incendio en en pruebas de revuelo.
  • Roger Bruce Chaffee (15 de febrero de 1935 – 27 de enero de 1967). Fallecido por un incendio en en pruebas de revuelo.

Apolo 2 – Apolo 6

  • Sin tripulación

Apolo 7

  • Walter Marty Schirra (12 de marzo de 1923 – 3 de mayo de 2007). Fallecido a consecuencia de un ataque cardíaco.
  • Donn Fulton Eisele (23 de junio de 1930 — 2 de diciembre de 1987). Fallecido a consecuencia de un ataque cardíaco.
  • Ronnie Walter Cunningham (16 de marzo de 1932).

Apolo 8

  • Frank Frederick Borman II, (14 de marzo de 1928).
  • James Arthur Lovell (25 de marzo de 1928).
  • William Alison Anders (17 de octubre de 1933).

Apolo 9

  • James Alton McDivitt (10 de junio 1929).
  • David Randolph Scott (6 de junio de 1932).
  • Russell Louis Schweickart (25 de octubre de 1935).

Apolo 10

  • Thomas Patten Stafford (17 de septiembre de 1930).
  • John Watts Young (24 de septiembre de 1930).
  • Eugene Andrew Cernan (14 de marzo de 1934).

Apolo 11

  • Neil Alden Armstrong (5 de agosto de 1930 – 25 de agosto de 2012).
  • Buzz Aldrin (20 de enero de 1930).
  • Michael Collins (31 de octubre de 1930).

Apolo 12

  • Charles «Pete» Conrad (2 de junio de 1930 – 8 de julio de 1999). Fallecido en un accidente de moto.
  • Richard F. Gordon (5 de octubre de 1929).
  • Alan LaVern Bean (n. 15 de marzo de 1932).

Apolo 13

  • James Arthur Lovell (25 de marzo de 1928).
  • Fred Wallace Haise (14 de noviembre de 1933).
  • John Leonard «Jack» Swigert (30 de agosto de 1931 – 27 de diciembre de 1982). Fallecido por causa de un tumor maligno.

Apolo 14

  • Alan Bartlett Shepard (18 de noviembre de 1923 – 21 de julio de 1998). Fallecido a causa de leucemia.
  • Stuart Allen Roosa (16 de agosto de 1933 – 12 de diciembre de 1994). Fallecido a causa de pancreatitis.
  • Edgar Dean Mitchell (17 de septiembre de 1930).

Apolo 15

  • David Randolph Scott (6 de junio de 1932).
  • James Benson Irwin (17 de marzo de 1930 – 8 de agosto de 1991). Fallecido a consecuencia de un ataque cardíaco.
  • Alfred Merrill Worden (7 de febrero de 1932).

Apolo 16

  • John Watts Young (24 de septiembre de 1930).
  • Thomas Kenneth Mattingly II (17 de marzo de 1936).
  • Charles Moss Duke, Jr (13 de octubre de 1935).

Apolo 17

  • Eugene Andrew Cernan (14 de marzo de 1934).
  • Ronald Ellwin Evans (10 de noviembre de 1933 – 7 de abril de 1990). Fallecido a consecuencia de un ataque cardíaco.
  • Harrison Hagan «Jack» Schmitt (3 de julio de 1935).

 

 

Nota: este post se ha escrito a raíz del comentario de un lector que no consigo encontrar, si vuelve a leer esto, ¿me podría enlazar dicho comentario? Gracias

La dolencia misteriosa: música para curar

Es sabido que la música se usa desde hace tiempo como complemento en distintas terapias. Sin pasarnos. Pero se encuentra uno por internet opiniones demasiado extremas en las que nos aconsejan piezas concretas para dolencias concretas. La evidencia científica, como no puede ser de otra manera, es inexistente en estos casos.

Nuestro amigo Sacha, sin embargo, nos deleita con un tema propio si tienes una dolencia misteriosa. Yo me lo grabo, por si me sirve en el futuro.

Hace tiempo yo sufrí una dolencia espi… espiritual

y no hallé solución en la ciencia oficial.

Resonancias, cartomancias, todo me suena igual.

Nasoterapia en la napia oliendo flores de Bach

Llega un momento en el que pruebas cualquiera, no desesperes, ésta es la buena

nueva terapia en la ciencia médica, es homeopática ayurvédica y transgénica (pero nada…)

Nada de esto me funcionó, uo-oh, nada funcionó, nada de esto me sirvió, uo-oh, nada me curó

Harto de andar de consulta en consulta sin hallar

yo me volqué en las ciencias ocultas del más allá.

Una amiga, dios la bendiga, me presentó a una doctora

¿es dogmática? ¿alopática? Tranquilo, es acupuntora (y yo le dije…)

«Flaca, no me claves tus agujas en la espalda con la excusa que no duelen,
no me hacen mal.»

Lejos, en el este, en la China unas raíces, medicina oriental, te curarán.

Entre magufadas me dejé nuestras carteras olvidadas, en el fondo no es verdad

pero al menos he escapado, con el chakra curado, y con el aura mejor…

Luego acudí a una pitonisa de verdad

velas negras, y con su bolita de cristal.

Con su arte, su misterio, ella me respondió

“lo que es curarte, yo no puedo, mas tengo filtros de amor” (y yo le dije…)

Donde estabas entonces cuando tanto te necesité.

Nadie es mejor que nadie pero tú me viste crecer.

Si lloré ante tu puerta de nada sirvió.

Ni en la biblioteca ni en la wikipedia encontré.

Por fin, eureka, di con gente seria de una vez.

En la radio un visionario por fin me lo explicó.

Están aquí, contactándonos, lo mío es abducción (y yo le dije…)

«Cuenta otra vez viejo charlatán, haces que me sienta bien»

Es tan chachi la noche en que tu programa sabe a misterio sin resolver.

Pero siempre hay arpíos con mala baba, que le recuerdan quien fue

el más grande magufo de España vencido por A ERRE PE.

SACHA

Otra vez con la Tierra hueca

Leemos en Magonia que se celebrará en Santander el IX Congreso de Ciencia y Espíritu. Que un ayuntamiento albergue, dé acogida y ponga su nombre en un congreso como este es, cuanto menos, un insulto a la inteligencia y a la evolución. No podemos tener pelos en la lengua y denunciar estos hechos propios del medioevo.  Echando un vistazo a las conferencias que habrá y sus sinopsis uno no puede dejar de fruncir el entrecejo.

Pero como señala Gámez en el título de su artículo-denuncia, lo peor está en la defensa de una Tierra hueca. Sí, hay gente que opina que la Tierra está hueca. He dicho bien, OPINA. Porque cualquiera puede opinar cualquier cosa, aunque sea un disparate, pero eso no le sitúa en el poder de la razón. Por mucho que se empeñen los amigos de lo raro, el mundo no es una continua conspiración. Viendo la reseña de la conferencia La Tierra es Hueca, versión 4.0 a uno le da vergüenza ser homo sapiens, no por lo que diga su autor, sino porque hay gente que se cree este tipo de cosas y organizaciones públicas que lo apoyan. Por pura prensa.

Si ser cerrado es decir que es una locura pensar que la Tierra es hueca, soy una persona cerrada. A estas alturas del conocimiento científico es un absurdo y punto.

 

Me cuesta trabajo pensar que esta conferencia que enlazo abajo es en serio, no sé por qué diablos tenemos que estar sumidos en conspiraciones, da igual cual sea, pero tenemos que vivir rodeados de conspiraciones. El las cosas no son como parecen es una coletilla que usa cualquier amigo de las conspiraciones. Y las usan porque a nadie le gusta sentirse tonto. Y ese es el problema, que para no sentirse uno tonto, le echa la culpa a los demás. ¿Has pensado alguna vez que la gran diferencia entre ciencia y pseudociencia está en el sujeto? Mientras que la ciencia estudia el objeto, la pseudociencia se refiere al sujeto. Cualquier pseudociencia nace como algo que afecta al ser humano.

 

 

Su vidente le aconseja acudir al homeópata [Enchufa2]

Entrada publicada en Enchufa2el 8 de abril de 2011:

Esta es la transcripción de un fragmento de vídeo visto este miércoles en el Inter­medio (vídeo 2, mi nu to 20’30”). En ella, una mujer (presumiblemente anciana) llama al programa nocturno del vidente Sandro Rey de La Sexta, para preguntar por la salud de su nieta. Se produce entonces la siguiente conversación:
—Hola, buenas noches.
—Hola buenas noches.
—¿En qué le puedo ayudar señora?
—Pues quería saber por la salud de una nieta.
—La salud de su nieta… hombre, aquí lo que más salen son alergias e insuficiencias respiratorias. ¿Cómo se llama usted?
—Yo soy Leo.
—Pues lo que veo más es cansancio físico o psíquico, o sea, “farta” de oxí­geno, alguna alergia, algún problema en las vías respiratorias, las fosas na­sales, faringe, bronquitis… eso es lo que yo le veo a esta nena. Pero no le veo nada malo, es pasajero, o sea…
—No, no, no… la niña no tiene eso eh, nada de eso.
—Bueno, eso es lo que yo estoy viendo.
—No, no, no, no.
—¿Qué tiene la niña?
—La niña tiene una enfermedad que le llaman Crohn, el Crohn. Y alergia no tiene ninguna.
—Sí… bueno, piense que… pero piense que esa enfermedad le crea una in­suficiencia respiratoria. Eso no lo digo yo, lo dicen los doctores de…
—De momento no la tiene.
—Bueno, esa enfermedad, normalmente, los doctores de este país lo saben, crea a medida que va pasando el tiempo una insuficiencia respiratoria y las defensas al estar muy débiles tam bién crean alergias, alergias in­ter nas-externas, o sea… Esa es la enfermedad que usted dice que tiene esa nena. Pues muy bien, pero deriva, deriva… o sea, lo que yo digo estoy diciendo es deriva. Y ella, aun que ahora no lo tenga no quiere decir que no lo vaya a tener pero yo, a la nena, lo que sí le recomiendo es que la pongáis en manos de un buen homeópata.

Es decir, que el tipo le diagnostica a la nena alergia, insuficiencias respiratorias, cansancio físico, cansancio psíquico, falta de oxígeno, problemas en las fosas na sa­les, la faringe, bronquitis… todo ello pasajero. Y cuando la nena resulta tener una enfermedad crónica intestinal este señor insiste en que ha acertado ¡y le recomien­da acudir al homeópata! Desde luego, el que no se consuela es por que no quiere. Por no hablar de su total desconocimiento de la enfermedad de Crohn o las alergias (más le valdría tener un buen acceso a Google y dejar de darle vueltas a la dichosa bolita). Quizás su único acierto (pura poesía) haya sido afiliarse tan oportunamente con esos timadores reconocidos. Habría que incluir una advertencia de este tipo en los medicamentos homeopáticos:

Es de chiste y tendría muchísima gracia si no fuese tan real. Hay gente, especial­mente la más vulnerable, que confía verdaderamente en estos estafadores. Y lo malo no es que necesiten una palabra de consuelo y alguien se la proporcione. Su­pongo que al guien que llama a un programa así tiene una pregunta que no sale de su cabeza y sólo desea darle solución de forma positiva (si recibiese una mala noticia, la preocupación no se disiparía y eso lo saben bien los videntes timadores). Lo malo es cuando este consuelo pretende sustituir al consejo oportuno de un experto, su­plantar al médico, cuando se atreve a dar diagnósticos y a sugerir tratamientos. Entonces pone en verdadero riesgo la salud de quien confía en él, a veces más que en su propio médico.

¿No se podrían prohibir este tipo de conductas? ¿denunciar al estafador por negligente en casos parecidos? Sería tan sencillo como obligarles a dar una respuesta es­tándar cuando se trate de temas médicos. Podría incluso estar grabada, una voz en off que resonaría en el plató automáticamente ante la llamada oportuna: “Las auto­ridades sanitarias advierten que este intrigante no está autorizado a estafarle en temas relacionados con su salud. Si busca consejo, hable con su médico”. A fin de cuentas, no creo que las cajetillas de tabaco sean mucho más perjudiciales que estos señores.

¿Por qué siguen llamando?

Por desgracia, nuestras televisiones están plagadas de adivinos, videntes y otros rellena-espacios televisivos. Desde aquí te invito a que te sientes siempre a la misma hora delante del televisor a ver cómo se repiten una serie protocolos con los que el público cae en la trampa. El adivino no adivina (esto es más que evidente), sino que va preguntando al espectador para sacarle información. En base a esa información el adivino va tanteando para procurar «acertar», porque se trata de eso, de jugar con la suerte sin que se note.
Y es una vergüenza, porque las personas que llaman son personas con problemas, que necesitan un hombro donde llorar, alguien que las escuche. La pregunta es, ¿por qué hay gente que sigue llamando? Llaman por simple terapia y los rellena-espacios televisivos juegan con sus sentimientos de manera insensible. Cualquier persona con cierta cordura, con cierto nivel cultural e intelectual comprende con rapidez que estos espacios son un juego desleal y mezquino.
Aquí una muestra de un vendedor de humo que «no da una», como suele decirse.