La maldición de Berenice

Ayer, día 12 de diciembre de 2020 tuve la suerte de dar una charla para los amigos de Club Newton. Os dejo por aquí el enlace a la charla y a un hilo sobre Henrietta Leavitt.

Si os da error el vídeo, dadle a este enlace: https://youtu.be/4ZZoRjPGi30

Placebo Domino in regione vivorum

El hombre que hablaba con los delfines y otras historias de la neurociencia [libro]

Leer un libro de Jose Ramón Alonso siempre es una delicia. No siempre tengo tiempo de escribir anotaciones de todos los libros que leo, es más, he leído ya varios libros de este maestro de las historias y solo comenté Neurozapping. Y es que las obras de Alonso están llenas de historias fascinantes, hablar de ellas es juego de spoliler. Hoy quiero hacer referencia a «El hombre que hablaba con los delfines y otras historias de la neurociencia», publicado por Almuzara/Guadalmazán en 2015.
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Científicos de plastilina

El pasado domingo 6 de diciembre tuve la suerte de visitar la exposición Plastihistoria de la Ciencia, en La Casa de las Ciencias de Sevilla. En la página web oficial describen así esta ingeniosa exposición:

«La exposición “Plastihistoria de la Ciencia” ofrece un recorrido a través de los principales descubrimientos científicos, invenciones y personajes célebres que cobrarán vida a lo largo de 20 dioramas diferentes realizados a base de plastilina. Estarán representados en plastilina algunos momentos históricos de un descubrimiento o su propio inventor como puede ser: Arquímedes, Pitágoras, Marie Curie, Leonado da Vinci o el descubrimiento de la pólvora. Realizada por la Fundación Educa, la idea de aunar educación, ciencia y plastilina se materializa en una muestra que ha logra ser un plan divertido para toda la familia».

Realmente merece la pena darse una vuelta por este mundo de plastilina plagado de detalles muy cuidados. Tienes hasta el 3 de enero de 2016, así que si andas por Sevilla, no te la pierdas.

Pitágoras

Algunos detalles: teorema de pitágoras, la tetraktis, poliedros y monocordio.

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Nulius in verba: en palabra de nadie

 

Lema de la Royal Society: «Nullius in verba».

Los versos 14 y 15 de la primera epístola de primer libro de las Epístolas de Horacio dicen:

 

«Nullius addictus iurare in verba magistri,
quo me cumque rapit tempestas, deferor hospes».
(«No soy dado a reverenciar la palabra de ningún maestro,
dondequiera que la tormenta me arrastre, me tenderé como un huésped».)

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Superconductividad y mentiras piadosas

[Entrada publicada originalmente el 10 de enero de 2008 en http://www.cienciaxxi.com/2008/01/superconductividad-y-mentirijillas.html]

Acabo de leer un artículo en New York Times (When Superconductivity Became Clear (To Some)) realmente interesante.

Trata sobre cómo se resolvió el problema de la superconductividad. Ésta es una propiedad que ciertos materiales muestran a temperaturas muy bajas (el mercurio lo presenta por debajo de los -269ºC aproximadamete). Consiste en que el material ofrece resistencia nula al paso de la corriente eléctrica y otra cosita que ya explicaré algún día.

En 1908 Karmelingh Onnes (en la facultad le decíamos «el comelimones») consiguió licuar Helio, a una temperatura de unos 4K (-269ºC). Este evento fue muy importante porque dejó la puerta abierta para posteriores investigaciones sobre la conducción de la electricidad en metales a bajas temperaturas. Así que en 1911 descubrió que el mercurio presenta superconductividad a partir de la temperatura mencionada.

Y como ocurre siempre en física al aparecer un hecho nuevo, cientos de físicos intentar interpretarlo y ajustarlo a sus conocimientos previos, intentan amoldarlo a sus teorías ya establecidas. Nos dice el artículo que figuras como las de Einstein, Heisemberg y Bohr fracasaron en sus intentos.

Ya situados nos vamos a Princeton, al Institute for Advanced Study, donde Bardeen (un reputado físico que obtuvo popularidad por la invención del transistor) recluta a un desconocido Leon Cooper que acababa de obtener, en 1955, su posdoctorado. Jonh Bardeen le propuso resolver el problema de la superconductividad.

– Cooper: No sé demasiado del tema
– Bardeen: Yo te enseñaré

Y no le comentó nada de los fracasos de Einstein y compañía. Dicen que ocultar la verdad no es mentir, bueno… En este caso lo llamaremos mentirijilla piadosa, simplemente porque salió bien. Más adelante Cooper diría que olvidó mencionar la totalidad de los físicos famosos del siglo XX habían trabajado en el problema y habían fracasado. Pero, según Cooper, la omisión fue afortunada pues, en caso contrario, habría dudado en la resolución.

En menos de dos años elaboraron una teoría («dificilísima», en palabras de Cooper, y no le faltaba razón al muchacho) denominada Teoría BCS (Bardeen Cooper Schriffer). Si alguien muestra interés explicaré algo de ella los más divulgativamente posible en otra entrada.

En el 72 el Premio Nobel.

 

 

Y es que, en ocasiones, los grandes saltos conceptuales en ciencia lo han dado jóvenes científicos que no tienen la mente arraigada a una vieja tradición que les impide ver más allá. Han crecido con las nuevas teorías y las han asimilado como algo «normal». ¿No habéis visto cómo manejan los chiquillos de 10 años los móviles? No saben que hubo una época -no hace mucho, cuando ponían Mcgiver- en que no existían. Y se ríen de uno cuando les dices que cuando quedabas con algún amigo acudías al bar de la cita y los colegas iban llegando poco a poco, si tardaban pues consumías para aligerar la espera.

La experiencia [Cita]

«All ideas come from sensation or reflection. Let us then suppose the mind to be, as we say, white paper, void of all characters, without any ideas: — How comes it to be furnished? Whence comes it by that vast store which the busy and boundless fancy of man has painted on it with an almost endless variety? Whence has it all the materials of reason and knowledge? To this I answer, in one word, from EXPERIENCE». Essay concerning Humane Understanding, Book II, Chapter 1, John Locke.

 

[Libro] ¿Qué ven los astronautas cuando cierran los ojos?

Antonio Martínez Ron (@aberron) es un maestro del titular, por sus venas corre todo un periodista experto en localizar historias sorprendentes. Son Fogonazos que no te roban más de cinco minutos y que ya superan los diez años en la blogosfera. Con motivo de este aniversario en 2013 publicó el libro «¿Qué ven los astronautas cuando cierran los ojos? Historias de bombas, astronautas y cerebros». Se trata de una obra que recopila alguna de las entradas que ha escrito en Fogonazos, Libro de Notas, Naukas y Quo.

Galileo leería este libro y destruiría pseudocientíficos con su rayo mortal.

El título de la antología lo toma prestado de un artículo que vería la luz en 2009, ¿Qué ven los astronautas cuando cierran los ojos? Aunque esta historia ya nos sorprendió en su día, no deja de abrirnos la boca de nuevo si la leemos cinco años después. Sobre todo a los que somos de memoria corta. El último artículo cierra el libro como empezó, pero no se os va a contar. Lo mejor es que lo leáis vosotros mismos. Este remate me ha parecido que le da clase al libro y te deja en el rostro una sonrisa. De hecho, cuando terminé dije en alto «¡qué bueno!», literalmente.

No solo los titulares de Antonio Martínez son excepcionales (sin duda los mejores que conozco en la red), también la introducción en cada uno de los artículos engancha desde el principio. Comienza las historias con preámbulos sobre la vida de alguna persona, para ir introduciéndonos, poco a poco, en una anécdota concreta hasta que, finalmente, nos cuenta lo que nos quería contar. Y te deja con las ganas de profundizar en los conceptos científicos, le falta decir un «¿quieres saber más?, pues investiga por tu cuenta». A esto se le llama popularización de la ciencia con todas sus palabras, pues habla de temas científicos con toda naturalidad, sin aspavientos ni ataques de arrogancia. De ahí los fogonazos, los asombros diarios.

Parece que al autor le interesan las historias de astronautas bombas, cerebros, etc. Historias extrañas, casi de películas, como salidas de la imaginación de algún tipo de genio loco de la intriga. Pero son historias reales. Y todas tienen un denominador común en la pluma de Martínez Ron: eleva la ciencia a la práctica de la vida cotidiana. Tiene varios secretos para conseguirlo (arriba se habla de los titulares y del estilo literario), pero quizás su arma más poderosa es que consigue contactar con los protagonistas de estas historias, ya sea directamente o mediante la investigación periodística. Nos lo cuenta, prácticamente, en primera persona.

 

El transistor y el esperma de los científicos

El transistor

Tal vez conozcas a William Bradford Shockley (1910-1989) como el inventor del transistor. Aunque este dato debería ser matizado. Shockley estuvo buscando un sustituto para los tubos de vacío, en concreto su idea era dar con un amplificador de silicio. Pero tras un par de años se cansó y dejó la investigación en las manos de John Bardeen y Walter Houser Brattain. Fue en diciembre de 1947 cuando Bardeen y Brattain dieron con el transistor bipolar.

Este diagrama me ha recordado a mis tiempos de estudiante. El funcionamiento interno de un transistor se explica mediante mecánica cuántica y es realmente hermoso. Fuente: http://goo.gl/E68rCW

El esperma

Lo que quizás no conozcas sea el vuelco que Shockley dio a su intereses intelectuales en los últimos años de su vida. Comenzó a interesarse por cuestiones de raza, inteligencia y eugenesia (movimiento filosófico social que defiende la manipulación humana para la mejora genética del ser humano). Calificó sus nuevas ideas como lo más importante que había hecho en toda su carrera, expresando que su objetivo no era más que «la aplicación del ingenio científico a la solución de los problemas humanos». Era un convencido al respecto, pero no es muy popular ir por los programas de televisión diciendo que se produce un efecto disgénico (véase disgenesia) al aumentar la tasa de reproducción de los menos inteligentes. A continuación podemos ver un vídeo de 1974 donde Shockley defiende su controvertido punto de vista sobre la mejora del ser humano, la raza aria de científicos.


No quiso quedarse Shockley en una simple provocación, no sabemos si intencionada. Donó su semen a un banco de esperma de genios, el Repositorio de Elección Germinal. Los medios de comunicación hablaban de este banco como el banco de esperma de los Premios Nobel, aunque Shockley fue el único que admitió que lo había donado. El banco de esperma tan solo estuvo abierto desde el año 1980 (fundado por Robert Klark Graham) hasta el año 1999. Para gustos los colores, así que hubo gente que lo defendió e incluso llegaron a afirmar que había muchos genios que pensaban igual que él, pero guardaban silencio por temor al rechazo social. En este sentido podemos fijarnos en Sheldon Cooper, no hay mejor ejemplo. En el capítulo piloto de Big Bang Theory Leonard y Sheldon acuden a un banco de esperma de alto coeficiente intelectual, lo cual es un claro guiño al Repositorio. Puedes verlo a continuación.


Nota pedante: Shockley, Bardeen y Brattain recibieron el Premio Nobel de Física en el año 1956, por «sus investigaciones sobre conductores y su descubrimiento del efecto del transistor».

 

Feliz año del átomo cuántico: primer centenario del átomo de Bohr

Comenzamos el año 2013 de celebración: se cumple un siglo desde el establecimiento del modelo atómico de Bohr. En julio de 1913 Niels Bohr (1885-1962) publicaba el artículo «On the Constitution of Atoms and Molecules» en la revista Philosophical Magazine. El modelo de Bohr es una modificación del modelo de Rutherford en el que se introduce el concepto de órbita cuantizada, una nueva visión de las órbitas atómicas teniendo en cuenta los planteamientos de la emergente mecánica cuántica. Es cierto que el modelo atómico desarrollado por Bohr no representa la imagen actual del átomo, pero se trata de un paso de gigante hacia la visión actual.

Acaba de empezar el año y algunos estarán corriendo por el parque para bajar los quilos de más o simplemente  estarán de resaca. Así que no es el momento para soltar por aquí fórmulas ni artículos sesudos. Pero nos comprometemos a escribir una serie de anotaciones cortas que irán en la siguiente línea: historia de los modelos atómicos (varios posts), modelo atómico de Bohr y éxitos y carencias del modelo atómico de Bohr.

Desde Ciencia en el XXI invitamos a todos los divulgadores a hacerse eco del centenario del átomo cuántico para que dejen caer por sus webs y blogs artículos relacionados. Se aceptan todo tipo de ideas, tal vez un comienzo sea el uso del hashtag #atomocuantico en la tuiteresfera.

 

FELIZ AÑO DEL ÁTOMO CUÁNTICO

 

Bohr, Niels (1913). «On the Constitution of Atoms and Molecules». Philosophical Magazine 26 (1): pp. 476.