No creerás las tonterías que te mandan por WhatsApp

Si hace una década los correos en cadena nos hacían tener miedo al no reenviarlos (podías morir en las manos de un asesino de ascensor si no reenviabas tu correo a cien contactos), hoy WhatsApp le toma el testigo con todo tipo de dislates. Hace un par de días llegaba a mi terminal de móvil el siguiente mensaje:

En realidad lo compartió un contacto (afortunadamente planteando su dudosa veracidad) en uno de esos numerosos grupos de WhatsApp que tenemos silenciados (al menos un servidor). Sinceramente, llevo tiempo mordiéndome los labios cuando llegan mensajes como estos, porque luego acabas como el pedante amigo tocapelotas que se cree que lo sabe de todo cuando niegas o, simplemente, dudas de las afirmaciones que corren por ahí. Pero este tema me parecía serio, pues es una forma cruel y desalmada de meter miedo en el cuerpo a las personas, padres de familia y gente que quiere vivir en paz. Sin ir más lejos, me acaban de describir que una señora en la frutería ha comentado que ha dejado de ir a ver a su hija por terror a coger el coche. Lo primero que hice cuando vi el mensaje de arriba fue desgranarlo un poco, solo un poco, pues no iba a perder tiempo con un texto tan burdo, tan mal redactado y que olía a fraude desde lejos. Así se lo hice llegar a mis contactos en plan sabiondo, veamos seis puntos:

 

1. Si Protección Civil da un comunicado con un «puede que» [el comunicado habla de la posibilidad de que ocurra] se considera alarmismo injustificado. ¿De verdad un organismo de este tipo va a contribuir a que cunda el pánico?

2. El mensaje está entero en mayúsculas, de difícil lectura y sospechosa oficialidad. No quiero creer que un comunicado de alarma sea de tan engorrosa lectura.

3. Si buscas (fue el jueves 6 de febrero) «Comunicado de Protección Civil en Cádiz», no encuentras nada. ¿No debería tomar un comunicado como este una mayor respuesta mediática?

4. Un comunicado que empieza por «La meteorología no para de dar sorpresas desagradables» no es un aviso, es amarillismo. Te mete miedo y te predispone ineludiblemente a que te creas cualquier cosa. Normal.

5. Si te encuentras un «como que ya digo» [línea 11] en un comunicado oficial, ¿de verdad crees que sigue siendo oficial? En este tipo de textos, la primera persona del singular desaparece.

6. El meter datos históricos no pinta nada en un aviso. Es un adorno que se considera ruido en este tipo de mensajes.

 

Y sin contar con el punto de «1.965» y «1.956», que inducen las ganas de arrancarte los ojos. Este tipo de mensajes maliciosos son deprimentes por dos aspectos: primero porque hay personas que lo hacen con eso, con maldad, y segundo porque hay otras personas que se lo creen. Estar informados, alfabetizados científicamente y tener algo de cultura te ayudan a no caer en estas tramposas cadenas virales de aburridos internautas (mejor dicho,  güasapautas). Si al final acabamos teniendo un ciclón extra-tropical tendríamos precisamente el tipo de ciclón que se da en nuestra zona, puesto que ni estamos en los trópicos ni en los polos, sino en latitudes medias. Cuando oímos palabras nuevas nos asustamos. Ahora se ha puesto de moda la ciclogénesis explosiva, como si antes no las hubiera.

Como decía, si terminamos siendo sorprendidos por algún tipo de amenaza meteorológica importante, dejemos que sean los organismos encargados los que nos alerten: 112 y AEMET, como bien dicen en la página oficial de Facebook de Asociación Provincial de Voluntariado Protección Civil y Emergencias Cádiz: (eso sí, cuando hagas una captura de pantalla, ten el cuidado y la buena fe de emborronar los nombres de las personas que comentan):

Así que hoy nos enfrentamos a nuevos cauces de entrada de pseudociencias y timos en la sociedad. Recuerda a partir de ahora los dos mandamientos de todo güasapero:

1. No creerás las tonterías pseudocientíficas que te mandan por WhatsApp.

2. No reenviarás las tonterías pseudocientíficas que te mandan por WhatsApp.

 

 ACTUALIZACIÓN
Siguen llegando mensajes absurdos. Este es el último, ¿se tratará de algún chaval que quiere perder clase mañana? El problema evidente es la redacción del aviso: parece que está escrito por un chimpancé amaestrado. ¿En serio la vía de comunicación a la ciudadanía es WhatsApp? Hombre, un poco de pensamiento crítico.

Aviso del Ayuntamiento del Sanlúcar.Estamos en ALERTA ROJA, se ruega a todos los ciudadanos de la lolacalidad de Sanlucar y alrededores que intente no salir de sus casas,desde las 18:00 horas hasta mañana por la tarde debido al fuerte viento que viene de mas de 90 kilometros por hora llamado CICLOGENESIS EXPLOSIVA.
Los institutos y colegios permaneceran cerrados ya que es un peligro para los ciudadanos tanto por el viento y la lluvia salir a la calle, hay mas peligro aun sabiendo que nuestro pueblo esta pegado al mar y pueden venir fuertes y grandes olas del estrecho.
Difundir este mensaje inmediatamente a todos vuestros contacto es whatsaap , espero que hayan visto las noticias y esten preparados para lo que pueda suceder. Mucha suerte y espero que hagan caso a nuestro aviso.

 

NOTA: si el mensaje ha sido redactado por alguna persona con buenas intenciones, debería primero saber cómo se comunican las alertas. El infierno está lleno de buenas intenciones.

Microondas y mapas que hablan solos

A la luz de los comentarios. En muchas páginas se intenta demostrar que el  microondas es malo debido a una falacia post hoc ergo propter hoc, es decir, viendo una causalidad falsa debido a una coincidencia en las correlaciones. Sinceramente, algunos de estos resultados son irrisorios y nos llevan a conclusiones tan cómicas como las de la cucaracha sorda (ver artículo, es muy divertido). Lo que se puede leer abajo es un principio de causalidad falsa, ¿la esperanza de vida ha subido porque hoy usamos microondas? No. Ha subido por muchos motivos: mejoras en la salud (medicina moderna), alimentación (controles), etc. En cualquier caso, no hay que tenerle miedo al microondas. Entiéndase la entrada como una ironía y un error en el que los propios defensores de la ciencia podemos caer.

1. En el mapa, lo azulito representa donde es la esperanza de vida más alta: EEUU, Canadá y Europa. En todos estos países se usa microondas.

2. Lo rojo, marrón y negro representa los lugares con menor esperanza de vida. En estos países no creo que se use mucho el microondas
Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Esperanza_de_vida 1. En el paleolítico la esperanza de vida al nacer era de 33 años. Comíamos alimentos de la «naturaleza». No había microondas. 2. A principos del siglo XX la esperanza de vida al nacer era de 50-65 años. Cocinábamos los alimentos de muchas maneras. No había microondas. 3. En la actualidad la esperanza de vida al nacer es de 67,2 años. Usamos el microondas.   Deja de pensar que el microondas es malo y vive sin miedos.

Un hielo muy calentito

Cogemos dos cubitos de hielo. Uno lo ponemos en un pañuelo (el típico palestino perrofláutico) y el otro sobre una superficie metálica (por ejemplo, una sartén, pero sin ponerla al fuego). Tapamos bien el cubito con el pañuelo y esperamos unos minutos. ¿Cuál se derrite antes?

1. Dos cubitos de hielo. Uno en un pañuelo, otro en una superficie metálica.

2. Se tapa por completo el cubito del pañuelo y se deja a la intemperie el de la placa metálica.

3. Cinco minutos después. Cuando se ha derretido el de la placa metálica se abre el pañuelo: el cubito del pañuelo sigue intacto. ¡Tachán!

Puede parecer extraordinario que el cubito del pañuelo haya permanecido intacto, pues usamos pañuelos para estar calentitos en invierno, ¿por qué no pasa lo mismo con el cubito de? La clave está en la diferencia que existe entre calor y temperatura.

La confusión entre ambos términos se debe, sin lugar a dudas, al empleo común de ellos en la vida cotidiana. Si los físicos hubiéramos elegido otros vocablos, mis alumnos no se harían un pequeño lío cuando empiezo a hablarles de termodinámica. La temperatura puede definirse como la manifestación externa del movimiento de las partículas que componen un sistema u objeto. El calor, sin embargo, es una energía en tránsito que se manifiesta cuando dos sistemas a distinta temperatura se ponen en contacto. El calor será pues la energía que pierde el sistema a mayor temperatura y que gana el sistema que está a menos temperatura hasta que se alcance el equilibrio térmico, suponiendo que los sistemas están aislados y que no hay pérdidas. Dicho esto, veamos qué ha pasado con los cubitos de hielo.

Cubito de la placa metálica. El cubito de hielo que está sobre la placa metálica intercambia calor con dicha placa y, en menor medida, con el aire. Lo que realmente hace que el calor se propague con rapidez es la conductividad térmica, una propiedad que nos dice si un material es buen o mal conductor del calor (algo parecido a la conductividad eléctrica, de hecho, un buen conductor de la electricidad suele ser un buen conductor del calor). Por eso si quieres descongelar algo, siempre será mejor sobre una plancha metálica. Por eso además te da sensación de frío un picaporte metálico en invierno, porque tienes la mano a más temperatura y le cedes calor. Por eso en un incendio no se deben tocar los picaportes, porque son capaces de ceder calor con rapidez. Y un sinfín de por eso.

Cubito en el interior del pañuelo. Nos puede parecer, como decíamos arriba, que este cubito está calentito, porque usamos los pañuelos para este fin. Sin embargo, aquí hay un error conceptual. Los pañuelos no calientan, lo que hace un pañuelo es que aísla. ¿Qué significa esto? Pues que impide el intercambio de calor con el exterior, es decir, el pañuelo impide que baje tu temperatura. En el caso del cubito de hielo, al impedir el intercambio calórico lo que hace es no permitir que la temperatura del hielo aumente.

Los astronautas llevan unos trajes especiales para que la temperatura de su cuerpo no aumente demasiado al no poder perder calor con el exterior. Explicado en Sudores y trajes espaciales (clic en la imagen).

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Vasos que se rompen

Seguro que alguna vez se te habrá roto un vaso caliente al ponerlo bajo el grifo o un vaso frío al verterle algún líquido muy caliente. La típica expresión que escuchamos es «eso es por el calor». Veamos que aquí hay dos errores.

Error 1: Calor y temperatura no son términos equivalentes, es algo que debo explicar cada año a mis alumnos. Como siempre se dice en Ciencia en el XXI, aquí no se dan clases. Así que damos la diferencia en pocas palabras: la temperatura es la manifestación externa del movimiento de las partículas que componen la materia, mientras que el calor es la energía transferida entre dos sistemas cuando se ponen en contacto y tienen distinta temperatura. Es decir, en realidad la expresión «tengo calor» no tiene mucho sentido en física.

Error 2: El caso es que cuando alguien de la calle dice «eso es por el calor» realmente quiere decir «eso es por la elevada temperatura». Sin embargo, los vasos también se rompen cuando están calientes y se rellenan de agua fría. Por tanto, no es por la elevada temperatura.

Explicación: Algunos materiales como el vidrio se dilatan de forma desigual. Es decir, mientras que la temperatura aumenta (o disminuye) mucho en un lado, la otra parte ni se entera. Esto genera lo que se denomina choque térmico, algo parecido a una onda expansiva, pero en el interior del vaso. Al expandirse con más rapidez unas zonas que otras, se producen tensiones que acaban en la rotura del vidrio, comenzando por un característico y, por qué no, bonito chasquido. Es una equivocación pensar que vidrios más gruesos solapan este problema, es todo lo contrario, pues la diferencia de tensiones se acusa. De hecho, la rotura suele comenzar en la base.

A qué viene todo esto, a que me acabo de cargar una preciosa jarra de Guinnes. Cual principiante.

 

Por último, un vídeo que he encontrado por ahí que avala la expresión comentada al inicio de la entrada: