«Es penoso engatusar a la gente en vez de ilusionar». JUAN TAMARIZ

Juan Tamariz es el mago español por excelencia. Los que fuimos niños en los ochenta y en los noventa lo recordamos con ternura y entre risas. Hizo que en España la cartomagia se pusiera de moda. Hoy le preguntas a un adolescente, le haces el violín y… no saben quién es. Simplemente porque no sale en la tele tanto como antes. Sin embargo, sigue siendo magistral.

Fuente: Diario Clown.

Hoy, 15 de diciembre de 2011, ha tenido una charla digital en el diario Público. Los lectores han podido hacerle preguntas y él ha ido respondiendo. Ya hemos hablado por aquí en más de una ocasión que el mago y el mentalista ilusiona, no engaña ni presume de tener poderes paranormales. De ahí la famosa frase de Anthony Blake:  «Todo lo que han visto ha sido producto de su imaginación. Y no le den más vueltas, no tiene sentido». Entre las preguntas podíamos encontrar una del mago y mentalista aficionado Andrés Carmona, profesor de Filosofía, socio de la ARP y amigo del que escribe:

ANDRÉS: Hola, Juan: ¿Qué opinas de los adivinos, espiritistas, videntes, etc. que incluso pululan en programas de TV? ¿No debería ser más dura la comunidad mágica con estos farsantes que malutilizan los trucos del bello arte de ilusionar pero para estafar?

La respuesta ha sido:

JUAN TAMARIZ: En efecto, la utilización de trucos para engatusar en vez de ilusionar, es penoso. Pero no son los únicos que los utilizan….

Dicen en la lista de correos de ARP que no se ha mojado demasiado. Tal vez por el verbo usado:

engatusar.
(De engatar).
1. tr. coloq. Ganar la voluntad de alguien con halagos para conseguir de él algo.

Es cierto que ha eludido la palabra engaño, estafa u otras. Pero también debemos reconocer que podría no haber constestado la pregunta (yo mismo fui sujeto de una charla digital en el diario ABC y sé que se pueden no contestar alguna que otra pregunta si se consideran ofensivas o no aptas). Así que al menos ha contestado y ha dejado clara su disconformidad con los engañabobos y estafadores del estilo Uri Geller.

Un pin para Juan Tamariz.

La dolencia misteriosa: música para curar

Es sabido que la música se usa desde hace tiempo como complemento en distintas terapias. Sin pasarnos. Pero se encuentra uno por internet opiniones demasiado extremas en las que nos aconsejan piezas concretas para dolencias concretas. La evidencia científica, como no puede ser de otra manera, es inexistente en estos casos.

Nuestro amigo Sacha, sin embargo, nos deleita con un tema propio si tienes una dolencia misteriosa. Yo me lo grabo, por si me sirve en el futuro.

Hace tiempo yo sufrí una dolencia espi… espiritual

y no hallé solución en la ciencia oficial.

Resonancias, cartomancias, todo me suena igual.

Nasoterapia en la napia oliendo flores de Bach

Llega un momento en el que pruebas cualquiera, no desesperes, ésta es la buena

nueva terapia en la ciencia médica, es homeopática ayurvédica y transgénica (pero nada…)

Nada de esto me funcionó, uo-oh, nada funcionó, nada de esto me sirvió, uo-oh, nada me curó

Harto de andar de consulta en consulta sin hallar

yo me volqué en las ciencias ocultas del más allá.

Una amiga, dios la bendiga, me presentó a una doctora

¿es dogmática? ¿alopática? Tranquilo, es acupuntora (y yo le dije…)

«Flaca, no me claves tus agujas en la espalda con la excusa que no duelen,
no me hacen mal.»

Lejos, en el este, en la China unas raíces, medicina oriental, te curarán.

Entre magufadas me dejé nuestras carteras olvidadas, en el fondo no es verdad

pero al menos he escapado, con el chakra curado, y con el aura mejor…

Luego acudí a una pitonisa de verdad

velas negras, y con su bolita de cristal.

Con su arte, su misterio, ella me respondió

“lo que es curarte, yo no puedo, mas tengo filtros de amor” (y yo le dije…)

Donde estabas entonces cuando tanto te necesité.

Nadie es mejor que nadie pero tú me viste crecer.

Si lloré ante tu puerta de nada sirvió.

Ni en la biblioteca ni en la wikipedia encontré.

Por fin, eureka, di con gente seria de una vez.

En la radio un visionario por fin me lo explicó.

Están aquí, contactándonos, lo mío es abducción (y yo le dije…)

«Cuenta otra vez viejo charlatán, haces que me sienta bien»

Es tan chachi la noche en que tu programa sabe a misterio sin resolver.

Pero siempre hay arpíos con mala baba, que le recuerdan quien fue

el más grande magufo de España vencido por A ERRE PE.

SACHA

El indiscutible argumento de autoridad [Cosas de alumnos XXVII]

 

«Salió en Andalucía Directo y yo Andalucía Directo me lo creo.»

Esa fue la respuesta de una alumna cuando contaba no sé qué sobre espíritus o exorcismos. Y ella no tiene la culpa (no publicaré comentarios que la ofendan), de hecho, no sabemos quiénes son los culpables. Porque cada día conozco más y más gente que trabaja en televisión y las sandeces que uno escucha en la caja tonta no decrecen. La culpa de que los adolescentes crean en idioteces es de quienes se la cuentan y de quienes no hacen por desmentirlas. Y se la cuentan los adultos, es decir, nosotros, como decía en El mito de la juventud imbécil (que por cierto es la entrada más visitada en el antiguo hosting de Ciencia en el XXI). Y somos nosotros los que tenemos que quitarles de la cabeza al ratoncito Pérez y la creencia en duendes y hadas. Ignorar el problema es una forma de cohecho.

 

Las televisiones deben cuidar sus contenidos. Pero lógicamente las televisiones son un negocio como otro cualquiera, dirán algunos. No es cierto: está jugando con la educación y la credulidad de la gente. Y esto puede hacer mucho daño. Que personas como Belén Esteban sean admitidas por una gran cantidad de españoles como ejemplo nos pone en el escalón más bajo de la escala evolutiva. Y no lo digo porque ella sea mejor o peor persona (no lo sé), lo digo por su escasa cultura científica (cultura en general). ¿Y si un día dice que comer manzanas podridas cura el cáncer? Pues una marea de ovejitas se ponen a dejar manzanas en la terraza para obtener su cura.

 

Las cadenas de televisión no son un  negocio más: portan la responsabilidad de un pueblo formado y bien informado.

 

«¿Cómo se puede condenar a este hombre por el asesino de su madre? Es huérfano». Como el abogado lo dice, debe ser cierto.. ni me paro a analizar la propia respuesta…

Otra vez con la Tierra hueca

Leemos en Magonia que se celebrará en Santander el IX Congreso de Ciencia y Espíritu. Que un ayuntamiento albergue, dé acogida y ponga su nombre en un congreso como este es, cuanto menos, un insulto a la inteligencia y a la evolución. No podemos tener pelos en la lengua y denunciar estos hechos propios del medioevo.  Echando un vistazo a las conferencias que habrá y sus sinopsis uno no puede dejar de fruncir el entrecejo.

Pero como señala Gámez en el título de su artículo-denuncia, lo peor está en la defensa de una Tierra hueca. Sí, hay gente que opina que la Tierra está hueca. He dicho bien, OPINA. Porque cualquiera puede opinar cualquier cosa, aunque sea un disparate, pero eso no le sitúa en el poder de la razón. Por mucho que se empeñen los amigos de lo raro, el mundo no es una continua conspiración. Viendo la reseña de la conferencia La Tierra es Hueca, versión 4.0 a uno le da vergüenza ser homo sapiens, no por lo que diga su autor, sino porque hay gente que se cree este tipo de cosas y organizaciones públicas que lo apoyan. Por pura prensa.

Si ser cerrado es decir que es una locura pensar que la Tierra es hueca, soy una persona cerrada. A estas alturas del conocimiento científico es un absurdo y punto.

 

Me cuesta trabajo pensar que esta conferencia que enlazo abajo es en serio, no sé por qué diablos tenemos que estar sumidos en conspiraciones, da igual cual sea, pero tenemos que vivir rodeados de conspiraciones. El las cosas no son como parecen es una coletilla que usa cualquier amigo de las conspiraciones. Y las usan porque a nadie le gusta sentirse tonto. Y ese es el problema, que para no sentirse uno tonto, le echa la culpa a los demás. ¿Has pensado alguna vez que la gran diferencia entre ciencia y pseudociencia está en el sujeto? Mientras que la ciencia estudia el objeto, la pseudociencia se refiere al sujeto. Cualquier pseudociencia nace como algo que afecta al ser humano.

 

 

Qué es y qué no es magufo

Es común en los foros escépticos y en las listas de correos el uso del término magufo. Como bien dice Luis Alfonso Gámez, hay una confusión generalizada entre los vocablos «magufo» y «crédulo». Magufo es el que engaña, crédulo es el engañado. No son, pues, sinónimos. Gámez además apunta que ya tenemos el término engañabobos, el cual, ciertamente, es meridianamente claro y no conlleva confusión: hay engañabobos y bobos. Por cierto, entré en aquello del escepticismo escuchando a Manuel Toharia hablar de los engañabobos.

Personalmente no me molesta el término magufo, pero es cierto que lo uso mal en ocasiones, tomando al crédulo por magufo. Y también es verdad que la palabritaestá ya muy extendida. Si queremos usar el término, usémoslo bien.

En Magonia, puede leerse sobre magufo:

«Magufo es un término utilizado generalmente en listas de correos, foros de Internet y otros ámbitos por personas escépticas de las pseudociencias para referirse informalmente a los promotores de éstas.

Se llama magufos, por ejemplo, a los astrólogos, ufólogos, homeópatas y a los practicantes de pseudociencias en general; también se refiere de esa manera a personas que se atribuyen poderes sobrenaturales como los psíquicos y otros supuestos dotados; de manera semejante el término magufo se hace extensivo a ciertos periodistas especializados en lo esotérico y lo paranormal que fungen de tales sin cuestionar si el objeto de su especialización existe realmente más allá del mundo de las creencias.

La palabra es el resultado de una combinación de mago y ufólogo. Fue acuñada en 1997 en la lista de correo Escépticos por Xoan M. Carreira, y pronto ganó aceptación entre la comunidad escéptica de habla hispana.

Es frecuente la confusión entre el magufo y el crédulo. El magufo no cree necesariamente en lo que practica o vende. Un crédulo es quien acepta de forma acrítica las afirmaciones de los magufos y a menudo es cliente de sus servicios, consumidor de sus productos o víctima de sus timos. En ese sentido un magufo puede ser también quien se aprovecha de la credulidad ajena».

¿Hasta qué edad se te pueden aparecer las hadas?

Yahoo respuestas es un saco sin fondo que puede inspirar a la hora de escribir un artículo cuando estás atascado, el motor que deriva en una argumentación en el campo de la filosofía de la ciencia.

Esta pregunta parece inocente: ¿hasta qué edad se te pueden aparecer las hadas? Pero entre las respuestas nos encontramos con un par de aciertos:

 

Hasta que se te pasa la edad de creer

Hasta que dejes de creer en ellas

 

A nadie le gusta que le rompan las ilusiones. Somos más felices cuando creemos algo. La mayoría de edad del conocimiento puede hacer que estés triste, porque entiendes que los gnomos, las hadas y los duendes no existen. ¿Cuándo se les pasará la edad de creer a los conspiranoicos, parapsicólogos, etc.? Ya es hora de que el ser humano alcance la mayoría de edad.

Fotograma de la película «Fotografiando hadas».

Todos tenemos derecho a creer en lo que queramos, aunque sea en la ciencia del Ratoncito Pérez, pero que luego no le pidan a la ciencia vacunas contra el VIH y remedios para el cáncer. Los detractores de la tecnología del siglo XXI usan internet para divulgar sus reclamaciones. Es la paradoja del siglo XXI.

 

Y tú, ¿sigues creyendo en hadas?