El ordenador que soporta más presión del mercado

Porque no se trata de un portátil de tecnología de 14 nanómetros, no no, según tecnopasión tiene «una tecnología de 14 manómetros [sic]». Espero que esta pequeña entrada no se la tomen a mal en la redacción del sitio, simplemente es un error simpático. De hecho, tengo que reconocer que mi propio corrector insiste en cambiarme nanómetro por manómetro. El primer concepto -el correcto- se refiere a una unidad de medida de longitud, un nanómetro [el corrector sigue insistiendo] es la milmillonésima parte de un metro (10-9). Por contra, un manómetro es un instrumento de medida para medir presiones en el interior de los fluidos. Vamos, que si el portátil tiene 14 manómetros es normal que el grosor sea de 72 mm, tal como anotan en la página, para que entren tantos manómetros. Estamos hablando de nada más y nada menos que de 7,2 cm, no es moco de pavo (si tienes a mano un bolígrafo bic, el grosor sería la mitad de su longitud). Obviamente el grosor será de 7,2 mm, a no ser que viajemos más allá del año 1996, cuando los portátiles ya tenía un grosor de unos 6 cm.

Fuente: Tecnopasión

Fuente: Tecnopasión

 

NOTA: gracias a Álex Costa Albero por enviarme el enlace.

Física para náufragos

Este vídeo me ha parecido muy didáctico. Se observa una niña achicando agua de una canoa de una forma muy original, con oscilaciones de un lado a otro consigue reflotar la embarcación. La secuencia podría incluirse en un curso de «Física para náufragos». No he podido encontrar la fuente original, si algún lector la encuentra, le ruego que nos la haga llegar.

 

La tortura del bebedor avaricioso

La «Odisea» es un libro maravilloso que ha sido fuente de inspiración para una incontable cantidad de generaciones. Situémonos en el Canto XI, Odiseo visita la morada de Hades, se trata del «Descenso a los infiernos» y se cuentan varios horrores. Se habla, por ejemplo, de la tortura de Tántalo:

 

También vi a Tántalo, que soportaba pesados dolores, en pie dentro del lago; éste llegaba a su mentón, pero se le veía siempre sediento y no podía tomar agua para beber, pues cuantas veces se inclinaba el anciano para hacerlo, otras tantas desaparecía el agua absorbida y a sus pies aparecía negra la tierra, pues una divinidad la secaba. También había altos árboles que dejaban caer su fruto desde lo alto -perales, manzanos de hermoso fruto, dulces higueras y verdeantes olivos-, pero cuando el anciano intentaba asirlas con sus manos, el viento las impulsaba hacia las oscuras nubes.

 

Este mito lo comenta Thomas Ewbank en su Descriptive and Historical Account of Hydraulic and Other Machines for raisin water, un tratado de 1857. Y lo saca a colación de la conocida como «copa de de Tántalo», aunque recibe a veces el nominativo copa de Pitágoras porque también hay una leyenda alrededor de su invención. Una curiosidad que nos cuenta Thomas Ewbank su libro arriba citado es que el vocablo «tantalize» (atormentar) proviene de Tántalo. En otra referencia interesante encuentro que se atribuye la descripción del dispositivo a Herón de Alejandría, algo bastante verosímil, dada la condición de ingeniero del heleno. Se trata de The Philosofical Transactions and Collections, una compilación publicada en Londres en 1734 por John Eames y John Martyn.

The Philosofical Transactions and Collections (1734), página 165.

Primero veamos en qué consiste el dispositivo y luego hablemos de Pitágoras y de qué relación tiene con el mito de Tántalo. En la literatura actual encuentro algunas veces copa de Arquímedes, pero no hay referencias antiguas a esta forma de llamarlo. La copa de Tántalo obliga al comensal que la usa a rellenarla solo hasta cierta altura, si supera dicho nivel la copa se vacía por un orificio practicado para tal efecto. De hecho, en este tipo de copas se ha construido un conducto preparado para que actúe como sifón bajo una condición, si se sobrepasa ese un nivel concreto. En la siguiente secuencia de imágenes se puede ver cómo funciona y su estructura.

 

Créditos: Wikipedia.

 

En A el vaso está vacío. A medida que se va rellenando el vaso, como puede verse en B, el conducto también se llena, dejando aire en la zona en U del conducto. Pero si se supera el nivel (situación C) por encima del propio conducto habrá expulsado todo el aire y la presión atmosférica hará de las suyas por mediación de la superficie del líquido, haciendo que se siga derramando toda el agua (D). Se puede construir fácilmente una copa de Tántalo con la parte superior de una botella de plástico y con una cañita curvada, de las de zumos individuales. Me he permitido construir una, ahí os dejo dos imágenes, además de un vídeo.

 

 


Como decía, en la literatura antigua no he conseguido encontrar referencias nominativas a esta copa, es más que dudoso que el propio Pitágoras fuera el primero en fabricarla. En la isla de Samos, según leo en wikipedia (no he podido confirmarlo), venden la copa a modo de souvenirs con la inscripción: «La tradición dice que Pitágoras, durante las obras de abastecimiento de aguas de Samos sobre el 530 a. C., moderó el consumo de alcohol de los trabajadores inventando la «copa justa». Cuando el vino sobrepasa la línea, la copa se vacía por completo, por lo que se castiga la codicia». Los trabajadores sufren la tortura de Tántalos, a medida que más quieren beber, menos beben. Es evidente que los seres humanos tendemos a exagerar los logros de nuestros compatriotas y, sobre todo, sacar provecho de los turistas. Eso sí, tengo claro que si voy a Samos me traigo una.

En conclusión, la avaricia vacía el vaso.

La ciencia contraprogramando al fútbol

Nunca he sido de criticar el fútbol ni los que lo siguen. Para gustos, los colores. El fútbol, simplemente no me gusta. Llevo años intentando enterarme de las distintas copas y premios que hay, pero no me entero. Y lo intento, que como profesor de secundaria me gusta estar al tanto de lo que mis alumnos siguen. Lo curioso es que las nuevas generaciones (al menos las que están en mi entorno) no son tan futboleras como las mías. Mi padre debió llevarse una decepción cuando me llevó a un equipo y, al recogerme, le dije apenado que me aburría, que nadie me pasaba la pelota. Soporífero. Pero lo que no me gusta del fútbol es el fanatismo y esa tensión que se produce cuando ocurre algo a la par que un partido «importante». El mundo se paraliza. En mi centro incluso se ha llegado a plantear cambiar la fiesta de fin de curso porque coincidía con un partido. Padres que no van a ver a sus hijos a un baile porque tienen el partido de su vida. Como cada sábado. O domingo. O cuando se jueves. Una pelota más importante que un hijo. Con un par, ah no, que solo es una pelota.

El miércoles daré una charla en las sesiones de Ciencia en el Bulebar, esa maravilla que se han inventado @twalmar, @ClaraGrima y otros cuya cuenta de twitter no localizo ahora. Será en Sevilla, a la misma hora que (según comenta el bueno de @eliatron) juega, precisamente, el Sevilla la Final (con mayúscula en la «f») de la UEFA Europa League, curioso porque pensé que ya se había jugado y me entero que no es lo mismo que la UEFA Champions League. Qué lío. Pues ahí me tenéis, en medio de este lío dando una charla, popularización científica para hablar de eso mismo, de la popularización de la ciencia. Con algunos vídeos y algunas risas. Luego, unas cervezas.

El título, «La ciencia mola, ‘miasma’», para recordar el sevillano que llevo dentro y que apago -a veces- en mi Cádiz adoptiva. Contraprogramamos al fútbol, por amor a la ciencia. ¿Te vienes?, a las 21:00 h empezaremos a hablar sobre lo molona que es la ciencia. ¿Somos frikis?, sí, igual que los que se saben todas las copas y premios de fútbol. Ni más ni menos.

 

La crisis económica y los humanos-lentejas

Ya hemos citado alguna que otra vez por aquí el estupendo blog de Manuel Diaz Escalera, fq-experimentos, un sitio asociado a una cuenta de youtube que tiene ya más de 47 millones de visitas. Me encuentro preparando un nuevo espectáculo «Física par gamberros» para la II Feria de la Ciencia en la calle de Jerez y me topo con este vídeo que había olvidado: cómo explicar la crisis económica con un puñado de lentejas. Verdaderamente original.

 


Aquí tenéis el programa de actividades de la feria de la ciencia, por si alguno tiene oportunidad de acercarse.

Cosas de alumnos XXXIII

Eugenio: Los tejidos conjuntivo, adiposo, cartilaginoso y óseo se engloban dentro de un mismo grupo de tejidos, ¿qué nombre reciben?

Alumno/a: El tejido cognitivo [sic].

 

 

NOTA: la intención de estas entradas no es ofensiva, es comunicar cosillas graciosas que ocurren en el aula. El sentido del humor de mis alumnos y alumnas suele ser muy sano, ellos me permiten que ponga aquí estos gazapos sin importancia. Incluso me piden que ponga el nombre, eso no lo haré. Lo siento chicos, soy respetuoso con la protección de datos. Por cierto, un despiste lo tiene cualquiera, así que no pasa nada.

El falso caso de la mujer rescatada gracias a Google Earth

 

 

Que Google Earth es una maravilla de la tecnología, cierto. Que podemos buscar nuestras casas, nuestros coches y a nosotros mismos, cierto. Pero que te llegue la noticia Google Earth encuentra mujer abandonada durante 7 años en isla desierta… hace que se te encienda la bombillita escéptica. Simplemente es falso. Con solo hacer una búsqueda del nombre de la afectada, es precisamente Google quien te arroja bastantes resultados que lo denuncian como hoax. De hecho, aparece incluso en Snopes, la página de referencia de rumores y engaños populares.

La noticia original puede leerse en NewsHound, publicada en marzo de 2014. En esta página nos cuenta que Gemma Sheridan estuvo siete años en una isla desierta y nos ofrecen detalles de todo tipo: que antes su vida era feliz, que se propuso un reto, sobrevivió a un temporal, llegó a la isla, comió de todo, buscó agua de donde no la había, etc. Una estrategia muy común para introducir fake, hacer que la historia sea sensacional, que te afecte, que acabes sintiéndote parte de ella, una mujer fuerte, que soporta los embates del destino. De hecho, quieres que sea verdad, tiene que ser verdad. Al parecer, Sheridan llegó a pintar un SOS enorme en la playa de la isla donde quedó apartada de la sociedad y este mensaje lo acabó viendo algún chaval friki de Minesota, un buscador de detalles imposibles con Google Earth. La parte que chirría de la historia es que un avión se acercó, le tiró víveres y un teléfono para que llamara. ¿Por qué no bajó un equipo de rescate?, ¿acaso podría tener alguna terrible enfermedad contagiosa?, ¿se había convertido en una peligrosa asesina? Aquí la historia hace aguas, pero el lector puede que esté ya imbuido en ella, enamorado del relato.

En Snopes van más lejos, como cabe esperar. En primer lugar, recuerdan que NewsHound es un lugar de noticias de broma, como El Mundo Today. Por otra parte, la fotografía que corona este artículo no es más que un detalle de una fotografía más amplia, en concreto una que publicó Amnistía Internacional para denunciar la situación en Kirguistán. El asunto toma proporciones jocosas cuando uno busca algunas partes del texto en Internet; parte del texto se ha extraído del relato de una historia aparecida en Mail Online, Ed Stafford, que estuvo sesenta días en una isla de forma voluntaria para un programa de televisión. Cierra Snopes con una razón de peso, de mucho peso, para no creernos esta historia: ningún otro medio ha confirmado esta noticia. Contrastemos, esa es la norma.

 

Fotografía distribuida por Amnistía Inernacional. Kirguistán.

Yo, mono. [Libro]

 

Pablo Herreros Ubalde no deja indiferente ante la lectura de «Yo, mono», el lector se ve obligado en múltiples ocasiones a detener su actividad y quedar con la boca abierta. Como un bobalicón. Y es que se trata de un libro ameno y con un enfoque interesante: el estudio de paralelismos entre el humano y resto de primates. Nos cuenta el autor en la introducción que el nombre del libro se toma prestado de su propio blog. Yo, mono es un blog alojado en El Mundo cuyo nombre se debe a Fernando Baeta. Por otra parte, en el sitio yomono.es puedes ver algunos textos relacionados con el libro, además de interesantes y divertidos vídeos.

 

Los malos líderes se imponen a la fuerza y son malos con el grupo.

 

El primer capítulo no puede empezar con una mejor frase, «Los primates juegan a los mismos juegos de poder que los humanos». No somos los únicos animales políticos, los chimpancés y bonobos realizan las mismas maniobras políticas propias de una vida en grupo. A lo largo de todo el libro Pablo Herreros habla experimentos para mostrar hipótesis de todo tipo. En el segundo capítulo, «Primates en el parlamento», habla del instinto cooperador de los bonobos pues, en un experimento, cuando se le ofrecía comida a uno la compartía con los demás. En esta línea, Herreros defiende la tesis de que el ser humano es cooperador por naturaleza, de hecho es lo que nos ha llevado a ser lo que somos. Es cierto que existe la corrupción, como discute en el tercer capítulo, «Corrupción en la selva», aunque no es una tendencia mayoritaria pues, de lo contrario, no habría países ni gobiernos.

 

Aunque existen muchos mentirosos entre los humanos, éstos son menos en número que los honrados. En la evolución de nuestra especie ha primado la sinceridad. De no ser así, hoy en día no estaríamos viviendo en sociedades tan numerosas basadas en la colaboración.

 

La mentira también la compartimos con otros primates, que saben esconder plátanos o fingir cojera. Ya en el capítulo cuatro profundiza en el tema que parece principal: «Monos altruistas y supercooperadores». El autor nos convence de que la cooperación y el trabajo en equipo ha sido crucial para la evolución del ser humano. Pero hay normas, como en el juego, que también presentan los pequeños primates. Incluso tu perro, pues sabe hasta qué punto puede apretar en la mordida. Si muerde más de la cuenta, el resto de perros deja de jugar con él y lo excluye. A pesar de ello, no podemos obviar la crueldad que vemos cada día en las noticias, para esto también tiene respuesta el autor. En cualquier caso, desde pequeños aprendemos a elegir con quien cooperamos y a quien ayudamos, ahí tenemos el quid de la cuestión. Esta cooperación de la que estamos hablando sería imposible sin la resolución de conflictos. Los conflictos son la clave de la cooperación, como puede leerse en el quinto capítulo, «Movida en la selva». Le sigue un capítulo dedicado al arte en los primates, pero vemos más interesante saltar a «Primates en el IBEX 35», el séptico capítulo. En este punto se vuelve a tocar el tema del liderazgo. En un correcto liderazgo el grupo cede parte de su poder al líder, es decir, se trata de un fenómeno grupal, no individual. El término usado por Carlos Herreros de las Cuevas sería «seguiderazgo», como traducción del término en inglés que define el fenómeno, followership. Pablo Herreros nos recuerda que los primates «no nos sentimos seguros ni comprometidos si trabajamos en grupos grandes». Una gran verdad, apoyada en que hemos evolucionado en comunidades pequeñas, somos capaces de cooperar y darlo todo por el que conocemos.

 

El capítulo ocho es, ante todo divertido, empezando por el nombre: «Sexo, drogas y Rock and Roll en la selva». Las tres cosas de las que habla el título no son propias del ser humano, dejemos de ser tan antropocéntricos. Las chimpancés tienen multiorgasmos, las monas eligen, todos los primates sufren adicción por las drogas y el alcohol, y existen muchos animales gays en la naturaleza. Incluso nos cuenta cuál es el origen de la aversión por el incesto, que no solo es social.

 

 

Trata con la cautela esperada el asunto de las neuronas espejo, en el noveno capítulo, «La inteligencia emocional de los animales». En resumen, la empatía no es propia de los seres humanos. Cierra el libro Herreros Ubalde explicando qué entiende él por «El mono de las dos caras», un capítulo de solo dos páginas que es mejor que leas, ya que las poco más de doscientas páginas de este libro son recomendables. Es un texto divulgativo al alcance de cualquiera, al más puro estilo «mono desnudo». Nos parecemos a los primates, y mucho. «Yo, mono» es una cura de humildad para muchos humanos.

Puedes seguir a Pablos Herreros Ubalde en https://twitter.com/somosprimates.